ARROPADO POR JESUS A LA IZQUIERDA Y EL "SOCIO" A LA DERECHA
ENTRANDO EN LA META "MAPOMA93"
Como estoy en el dique seco, y la verdad poner entradas con lamentos de mi lesión es un poco aburrido, aquí os dejo una historia (real como la vida misma), sobre un concepto que para mi está muy por encima de otros muchos en esta vida…… LA AMISTAD.
Leyendo en los blogs de todos nosotros, uno se da cuenta de lo importante que es en un momento dado hacer una MMP (Mejor marca personal), en una prueba, y ya no digamos si esa prueba es la maratón, el “acabose” que diría el otro.
Esto Que voy a escribir es la historia de la renuncia a un intento de mejora de una MMP en una maratón (MAPOMA 93) por ayudar a un amigo.
Las gracias se las dí en su momento con un abrazo en la línea de meta al acabar la prueba, pero creo que pasados los años y con estos nuevos medios que uno tiene a su alcance de comunicación, tipo blogs, me parece (nunca es tarde), que es más justo que quede reflejado aquí en unas líneas de agradecimiento a un hecho de los que nunca se olvidan.
Corría el año 1993, ya estábamos en Abril, es decir como todos los años en cuarentena y velando armas en la última semana antes del MAPOMA de turno que ese año se corría el domingo 25, mi situación familiar particularmente era un tanto especial pues mi mujer estaba embarazada de 8 meses esperando al que sería nuestro segundo hijo, hija en este caso pues fue niña (Alicia), y mi hijo mayor tenía 8 años.
Fue al principio de la semana pero ahora mismo no recuerdo con sinceridad el día, martes, como mucho miércoles, estaba en la oficina trabajando y suena el teléfono, al cogerlo oigo a Loli (mi mujer), que me dice, no te asustes pero estoy en urgencias de la Paz, el niño de repente a empezado a tener dolores en le bajo vientre y le están mirando, parece que puede se apendicitis, ven cuando puedas.
No se el Fernando Alonso el tiempo que hubiese hecho desde Algete a la Paz, puedo asegurar que en ese tiempo no había ningún radar de velocidad en ese tramo, porque me los habría saltado todos y por amplio margen.
Una vez allí los médicos después de mirar al muchacho deciden por seguridad intervenir y extirparle el apéndice.
Pues nada, al quirófano, todo salió bien afortunadamente, y en ese momento se plantea el problema, es decir después de la intervención, mi hijo evidentemente se tiene que quedar internado varios días, tiene 8 años, y está claro que por las noches a parte de los servicios médicos que hay en el hospital, es mas que aconsejable que se quede un adulto con el niño, es más de hecho ni se me pasa por la imaginación dejarle solo, mi mujer está embarazada de 8 meses y con su situación quedarse una noche en un sillón sentada velando por el suero y los puntos del muchacho, pues tampoco es lo más aconsejable, el chico evidentemente quiere que se queden o su madre o su padre con el como es lógico por mucho que se ofrezcan familia y amigos, pues que estamos pensando? Comento a todos, me quedo yo, además, debo y quiero quedarme.
Pero tu Rafa no es lo más aconsejable que te quedes pues el domingo tienes la maratón y los días previos tienes que descansar adecuadamente, me comentan mis padres, hermanos y amigos, que le den a la maratón respondo, lo primero es lo primero, ante el niño nada ni nadie, me quedo yo, y me quedare todos los días que hagan falta por la noche, y no se hable más.
Y así quedo el tema, por el día se acercaba mi mujer (que ya bastante era) y por las noches me quedaba yo, recuerdo que los últimos días me iba desde la Paz a trabajar, y del trabajo a la Paz, y se planteó el problema de cambiarme de ropa y asearme (ducharme afeitarme y demás), antes de ir a trabajar y después de estar toda la noche en un sillón Anatómicamente incomodo de narices, por no decir de algo mas feo aún.
El jueves de esa semana, se empezaron a dar los dorsales de la maratón y mi amigo Alberto El socio) fue a recoger el mío, pues como todos los años íbamos a correrla y aquel año la idea era salir juntos con Jesus Nova, otro amigo deportista nato también, entrenador de Futbol del Atlético de Madrid en la actualidad en las categorías inferiores.
Aquí tengo que hacer un apartado, Alberto no es un amigo, es como mi segundo hermano, con sinceridad no recuerdo desde cuando le conozco, pues el nació en el número 14 de la misma calle en la que yo nací, que era el número 18, y nos llevamos 4 meses, es decir, desde que tengo uso de la razón recuerdo el conocerle, hemos, jugado, peleado, trabajado, crecido y compartido una infancia, pubertad, adolescencia, juventud, salir juntos con las novias, y casarnos el mismo año, creo que está todo dicho, mas que un amigo.
Mi primera maratón la corrí con una camiseta y zapatillas de Alberto, y creo que ahí fue cuando le metí el gusanillo de correr a el también, de Alberto nació el apelativo de “El socio”, es decir yo soy el “socio” para el, y el es el “socio” para mi, de Alberto es la expresión de Canalillo Garden, poniendo nombre al entorno de nuestra infancia, en definitiva podría poner un post especial para contar vivencias conjuntas.
En estas Alberto se presenta en la Paz con los dorsales y la bolsa del corredor, y al entrar en la habitación un sanitario mira las bolsas y pregunta, vais a correr la maratón el domingo?, pues si, le respondemos, anda, pues yo también la voy a correr, coño que casualidad, y claro ante estas es de imaginar la situación, lo normal, que si que piensas hacer de tiempo, que cuanto entrenas a la semana, que como estas de forma, etc etc etc, lo típico, y claro sale la conversación de las noches que me toca pasar con el pequeño y el lío de vestirme y asearme.
Aquí sale otra vez (una vez más), la madera y forma de ser de los que corremos (buena gente, siempre lo diré), me dice este muchacho, nada nada, tu por las mañanas, antes de que llegue tu mujer, te vas a la habitación del fondo de los enfermeros y bedeles que tenemos allí, te he guardado unas toallas y te duchas y te aseas allí, que ya lo he hablado con los compañeros y no hay ningún problema, te hemos dejado una taquilla, y te tomas el café y los bollos del desayuno con nosotros.
Que? Eh?, eso es lo que hace un runner en situaciones como esta, al correr se nos agranda el corazón y tenemos corazón para correr y para hacer por los demás, detalle que engrandece a las personas y de los que no se olvidan.
Y así fueron transcurriendo los días (y las noches), la semana previa a la maratón lo más aconsejable es dormir adecuadamente y descansar, salir a soltar las piernas, comer hidratos, en definitiva velar armas para el evento adecuadamente.
Por el contrario me tocó dormir en un sillón, poco y mal la verdad, comer de bocatas de la cafetería de la Paz algunas noches, mi mujer la pobre bastante tenía con su tripa y el ir y venir por el día, vamos resumiendo lo adecuado por las narices, excepto la última noche (del sábado al domingo), que como excepción mi hermana se quedo con el muchacho por la noche.
Y llego el domingo y la carrera, la verdad el saber como me encontraba era una incógnita, tengo que decir que el ir acompañado ayuda y mucho, Alberto y Jesús eran un seguro de vida a mi lado y me daba bastante confianza el ir arropado con ellos, pero no había hecho nada de lo adecuado la semana previa, es decir, nada de nada.
Empezamos bien y agrupados, y fueron pasando los kilómetros sin que notase nada fuera de lo normal aparte del cansancio que se va acumulando al pasar los kilómetros, recuerdo salir de la Casa de Campo y yo muy torero tirando en algunos tramos, hasta llegar al estadio Vicente Calderón, a partir de allí, lo de siempre, lo de todos los años Pirámides y la subida hasta Embajadores, y claro pasa lo que pasa, ya hemos pasado el muro (Km. 30) y las cuestas empiezan a hacer mella, y aunque arropado noto que las reservas van justas, uno que no es novato empieza a echar cálculos, es decir , como vas, y cuanto te queda, y en ese momento, cuando se empieza a cocinar la carrera de verdad Alberto toma el mando de las operaciones, muy pendiente de mi en todo momento, animando (le llamamos Reanimador), sin dar tirones, marcando ritmo, el adecuado en esa parte de la carrera que no es fácil en absoluto el hacerlo, pues si tiras mucho rompes al compañero, si aflojas demasiado es hasta peor porque se agudiza el cansancio de las piernas y pierdes el poco sentido del ritmo que te queda, tiene que ser el adecuado, recuerdo que iba diciendo en todo momento no tireís mucho que voy justo, Alberto me decía, no pienses, solo mírame a las piernas y sigue, Jesús a mi lado de lugarteniente fiel el hombre y Alberto el más fresco y con sensación en todo momento de seguridad tirando del grupo.
Llegamos por fin al Retiro, iba tan justito que en la entrada del Paseo de coches, hay que levantar un poco el pie para esquivar un pequeño escalón de acceso, me quedo un poco detrás de ellos y les digo instintivamente, no me dejéis ahora, Alberto me mira y me dice pero que dices?, anda ponte aquí a mi lado, y arropado por los dos escoltas de lujo entramos en la meta marcando 3:26:33.
Nos abrazamos, les doy las gracias y Alberto me mira y me dice, pero vamos a ver, tu te crees que te iba a dejar en el último kilómetro?.
Y claro pasado un rato y recuperando el esfuerzo empiezo a pensar, hemos hecho 3:26, y el “socio” (Alberto), tiene de mejor marca 3:23, y el tío ha ido la mar de fresco, oye socio (le digo), has ido de p….. madre a poco que te hubieses esforzado un pelín podrías haber intentado hacer marca (MMP), ante esto me mira y me dice, no me lo he planteado en ningún momento, este año el objetivo era ayudarte, arroparte y acabarla juntos, ya lo intentare si puedo otro año.
Tengo que decir que Alberto por unas causas o por otras al final se ha quedado con la MMP de 3:23, y cada vez que lo pienso creo sinceramente que aquel año “sin mi lastre” hubiese bajado marca.
Te las dí en la meta emocionado y le dedicamos la carrera a Rafa Jr. Que estaba en el hospital, te lo vuelvo a decir ahora, gracias “SOCIO” por la ayuda y por estar ahí, han pasado muchos años pero esas cosas no se olvidan.
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viernes, 5 de febrero de 2010
GRACIAS "SOCIO"
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Qué bonita historia Rafa!! estoy de acuerdo contigo, el correr nos hace tener el corazón más grande y mejores personas, de eso no hay duda, somos una gran familia!
ResponderEliminarEres muy afortunado al tener amigos así!
Sigue contándo historias, por favor!
bss
Tania
Si es que las buenas personas como tú se rodean de otras buenas personas... es lo que tiene
ResponderEliminarUn fuertísimo abrazo.esperamos verte recuperado lo antes posible.
Jan
Qué bonita historia. Hay gestos que se recuerdan para toda la vida, y ese de tu amigo es uno de ellos.
ResponderEliminarHe disfrutado mucho con la historia.
Un abrazo
Hola Rafa, mucha humanidad hay en tu relato y gestos como los que cuentas solo la buena gente los hace.
ResponderEliminarUn abrazo, y ánimo.
Jo, Rafa, gracias por las historias que nos cuentas, eres todo un libro abierto del que aprender.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Bonita historia, siento que estés lesionado, pero si este periodo de tiempo sirve para rescatar de tu memoria viejas historias ya sirva para mucho.
ResponderEliminarun abrazo
Paciencia con esa lesión y a curarse bien. Nada de precipitarse, que no hay prisa.
ResponderEliminarDe nuevos muchas gracias por contarnos estas historias de las que tanto se aprende. Muy bien, Rafa.
ResponderEliminarEnhorabuena por esos amigos que tienes. La historia es muy emotiva. Saludos
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