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martes, 22 de febrero de 2011

POR QUÉ CORREMOS?, Y…....................POR DONDE CORREMOS



Uno de los objetivos que me he propuesto (seguramente absurdo objetivo), es correr en la medida de mis posibilidades en el mayor número de lugares de este planeta, no siempre en plan competitivo, solo por correr, que las circunstancias, bien por actividad lúdica, bien por actividad laboral me dejen un hueco para poder correr en nuevos parajes y entornos, y coger eso que decimos tantas veces los corredores, sensaciones, sensaciones nuevas, en el coco y en el cuerpo.

Esto ha dado lugar a momentos y situaciones de lo más paradójico, seguramente ahora recordándolas uno se sonría, pero en el momento en concreto te encuentras perdido y sin saber que hacer.

Corría el mes de marzo de hace bastantes años, surgió que tuve que trasladarme al norte de Francia donde tiene la empresa en la que trabajo una factoría para recibir un curso de formación de lo mío, el lugar en concreto es Longeville en la zona de la Lorena Francesa, y el pueblo donde nos hospedaron fue una localidad cercana Saint Avold, en concreto en el Hotel Campanile de la ciudad.

Joer me dije, a un mes del MAPOMA de turno de ese año y me mandan una semana fuera, pues nada me llevaré las zapas y la ropa y saldré a correr por allí (ni pajolera idea del lugar ni de su entorno, no había estado jamás por esos lares), pues no pienso perder varios días sin salir a correr a estas alturas.

Dicho y hecho, al llegar nos dan la agenda de actividades y “empaquetados” todo el día, desde por la mañana liados y nada más terminar por la tarde al hotel, nos recogían al ratito y nos llevaban a cenar, leches y cuando corro?, no queda otra madrugón y a primera hora.

Me levanto el primer día amaneciendo, aparejos de correr, medio a oscuras, el hotel a pie de carretera, puafff que ruina, hasta el pueblo por el arcén y sin luz un suicidio, muy peligroso, hacia el otro lado al kilómetro escaso me encuentro un acceso a una autopista esto se pone marrón, me vuelvo con cautela, y a los pocos metros me encuentro una carretera que va a una especie de muro o valla con algunas casitas en los alrededores????.

Pues nada, por aquí, llego a la valla y veo que se pierde a lo lejos con una acera pegada a la valla, por aquí Rafa, del tirón, y nada empiezo a correr y al rato me doy cuenta que la valla va girando como en redondo alrededor de en un espacio interior enorme, yo a lo mío tomando tiempo y referencias no sea que me perdiese, cuando veo que el camino llega a un recinto como una recepción de entrada, y al acercarme leo el letrero de la entrada………..

Ostias pero si es un cementerio, pero esto que es?, como una casita en la entrada y una bandera americana???, pero donde estoy?, termino de dar la vuelta y ya había amanecido del todo, vuelvo a pasar por la puerta del recinto y en la casita veo un tío como de uniforme militar, que mosqueo tú, el tío mirándome yo mirándole, me imagino que cada uno preguntándose a sus adentros que hacia el otro por allí a esas horas.

Eso tiene toda la pinta de un cementerio militar, al acabar me vuelvo con todo mi mosqueo y cuento al llegar lo que había pasado y donde había estado, y mi compañero francés que había venido a recogernos me aclaró toda la cuestión.

Es el cementerio americano de la localidad, hay más de 10.000 soldados americanos que fallecieron en la II guerra mundial, es el cementerio con soldados americanos más grande de Europa, dicen que mas de 40 hectáreas aprox., ya decía yo que tardé mucho en dar la vuelta, como la zona no daba para más ese fue mi circuito durante la semana, con el consiguiente mosqueo del tío de la puerta cada vez que pasaba corriendo, me contaron que en honor a los fallecidos hay un centinela (soldado americano) en la puerta velando armas.

Bueno no se si será interesante, otra historia más del abuelo Cebolletas y las correrías y situaciones por las que a veces tenemos que pasar los corredores populares en nuestros entrenos.